- El doctor Ángel Julio Huertas, alergólogo de Practiser, asegura que el invierno tan suave ha adelantado la polinización y los casos de rinoconjuntivitis y asma alérgica.
- En el área de Cartagena, se ha detectado en febrero y marzo mayores niveles de polinización del ciprés y el plátano de sombra, y para los próximos meses se podrían esperar más pacientes afectados por el olivo y las gramíneas, sobre todo si llueve al comienzo de la primavera.
La primavera ha empezado el 20 de marzo, pero hace semanas que muchas personas tienen síntomas de alergia al polen. El doctor Ángel Julio Huertas, alergólogo de Practiser, filial murciana de salud del grupo sanitario Ribera, explica que “este año, debido al invierno tan suave que hemos tenido, se ha adelantado la polinización del ciprés, principalmente por las altas temperaturas”. Ésta es la causa, añade, de que se hayan detectado un mayor número de cuadros de rinoconjuntivitis y, en algunos pacientes, también episodios de asma que se están tratando en consulta estas últimas semanas.
En el área de Cartagena, se han detectado en febrero y marzo mayores niveles de polinización del ciprés y el plátano de sombra, y para los próximos meses se espera más pacientes afectados por el olivo y las gramíneas
Además, la ausencia generalizada de lluvia, según explica el especialista, ha favorecido la concentración de polen en el ambiente. En ocasiones, sin embargo, otros factores ambientales o climatológicos como el viento o la contaminación pueden favorecer la aparición de síntomas y casos de alergias más fuertes.
Síntomas habituales de una alergia al polen
Como, dadas las fechas, es posible que muchos pacientes no identifiquen el proceso alérgico y piensen que puede ser un cuadro vírico, el doctor Huertas apunta dos pruebas bastante infalibles para diferenciar un constipado o gripe de una alergia: la fiebre es un indicador claro de un proceso vírico, y por lo tanto, se puede descartar la alergia; y la duración del cuadro sintomático. “Habitualmente los procesos catarrales se limitan a unos pocos días y las alergias se prolongan más en el tiempo”, explica.
Los síntomas más habituales de una alergia al polen, independiente del tipo de polen, son picor de ojos y nariz, estornudos frecuentes, secreción nasal acuosa, sensación de taponamiento nasal, lagrimeo y ojos rojos. Además, en los casos más agudos pueden aparecer síntomas bronquiales, destacando la falta de aire, tos seca, escucha de pitos en el pecho o sensación de opresión torácica.
La alergia al polen, origen de otras alergias
Sobre la relación entre la alergia al polen y otras alergias, que en muchos casos desarrollan los pacientes con esta sensibilidad a la floración de las plantas, el doctor Huertas explica por qué se produce. “La alergia al polen puede condicionar algunas alergias a alimentos vegetales, dado que pueden compartir algunas proteínas que provoquen una reacción alérgica en el paciente”, asegura. En cualquier caso, recomienda acudir a un especialista para determinar los factores alérgenos que afectan de manera especial a cada paciente.
No cree que haya más alérgicos al polen que hace unos años, pero sí a los animales. “Posiblemente sí que se detectan más casos de alergia a las mascotas en los últimos años”, asegura.
Consejos para reducir los síntomas
Los especialistas del grupo sanitario Ribera dan algunos consejos para intentar mitigar los efectos de la alergia:
- Limitar la exposición en exteriores
- Usar gafas de sol y mascarilla
- No abrir las ventanas si estamos en casa, salvo a primera hora para ventilar, y tampoco conduciendo.
- Llevar casco integral en caso de ir en moto
- Evitar, en la medida de lo posible, las salidas al campo, zonas ajardinadas o parques durante la época de polinización que nos provoca la alergia.
- Instalar filtros para el polen en el sistema de aire del coche y en el aire acondicionado de casa.
- Liminar restos de polen en casa, marcos de ventanas y terrazas
- Evitar tender en el exterior, para que la ropa no se impregne de polen.
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